"El errar restablece la armonía original que alguna vez existió entre el hombre y el universo"

Anatole France

 

La experiencia de llegar a Santiago de Compostela como peregrino, después de haber caminado cientos y cientos de kilómetros sigue, de momento, en mi lista de deseos.

 

Mi muy breve experiencia gallega se resume en una pequeña caja de imágenes, pero debo reconocer que las sensaciones recogidas en unas horas van mucho más allá de la memoria visual.

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Como suele ocurrir, el viaje cognitivo y sensorial de una ciudad debe iniciarse temprano en la mañana, caminando por las calles silenciosas. Pero Santiago de Compostela tiene una historia única y los miles de peregrinos que completan su viaje cada día transmiten una secuencia extraordinaria de emociones.

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Santiago de Compostela no es sólo un destino codiciado.

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Es un lugar del que "partir" con una armonía redescubierta.